Netflix rompe récord de ingresos de 500 millones de dólares gracias a Mel Gibson y Jim Caviezel mientras los críticos están ocupados elogiando el ‘show Woke’ sin espectadores

En un giro inesperado que ha sacudido la industria del entretenimiento, Netflix ha anunciado hoy sus resultados financieros del tercer trimestre de 2025, revelando un récord histórico de ingresos por valor de 500 millones de dólares generados exclusivamente por el catálogo de contenidos independientes y licencias especiales. Este hito, que supera las expectativas de analistas y ejecutivos por igual, se atribuye en gran medida al impacto de la adquisición de derechos de distribución digital de la película “Sound of Freedom”, protagonizada por Jim Caviezel y producida con la participación ejecutiva de Mel Gibson. La cinta, que ya fue un fenómeno en taquilla cinematográfica al recaudar más de 250 millones de dólares a nivel global en 2023, ha revitalizado la plataforma de streaming al atraer a un público masivo que busca narrativas auténticas y alejadas de las tendencias progresistas que han dominado la programación reciente.
La noticia llega en un momento delicado para Netflix, que ha lidiado durante años con críticas feroces por su inclinación hacia contenidos etiquetados como “woke” por sus detractores. Series como “When They See Us” o adaptaciones controvertidas como “Resident Evil” han sido elogiadas por la crítica especializada por su enfoque en temas de justicia social, diversidad e inclusión, pero han sufrido un rechazo palpable de la audiencia general. Según datos internos filtrados y reportes de visualizaciones, muchas de estas producciones han acumulado menos de un millón de horas vistas en sus primeras semanas, cifras que palidecen frente a los 50 millones de horas registradas por “Sound of Freedom” en su debut en Netflix el pasado mes de septiembre. Mientras los críticos dedican columnas enteras a exaltar el “compromiso social” de estos shows, el público parece haber votado con el control remoto, optando por historias que priorizan el drama humano sobre la agenda ideológica.
“Sound of Freedom” no es solo una película; es un testimonio de resiliencia y coraje. Dirigida por Alejandro Monteverde, la historia sigue a Tim Ballard, interpretado magistralmente por Jim Caviezel, un agente federal que abandona su carrera para fundar Operation Underground Railroad (O.U.R.), una organización dedicada a rescatar niños víctimas de la trata sexual en Latinoamérica. Caviezel, recordado por su icónica encarnación de Jesús en “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson, aporta una intensidad emocional que ha resonado profundamente con espectadores de todo el mundo. Gibson, por su parte, no solo firmó como productor ejecutivo, sino que infundió en el proyecto esa pasión cruda que caracterizó su obra maestra bíblica de 2004, la cual recaudó 370 millones de dólares en taquilla doméstica y se convirtió en el filme independiente más taquillero de la historia.
El éxito de la película en cines ya era legendario: estrenada el 4 de julio de 2023 por Angel Studios, superó a blockbusters como “Indiana Jones y el Dial del Destino” en su día de apertura, recaudando 14 millones de dólares solo en Estados Unidos. A pesar de un presupuesto modesto de 14,5 millones, acumuló 184 millones domésticos y 66 millones internacionales, vendiendo incluso 26 millones en boletos “paga por adelantado” que permitieron acceso gratuito a niños y familias. Endosada por figuras como Elon Musk, Donald Trump y Ben Shapiro, la cinta trascendió el entretenimiento para convertirse en un llamado a la acción contra una de las plagas más oscuras de la sociedad moderna. Ahora, en Netflix, ha impulsado no solo visualizaciones, sino suscripciones: miles de usuarios han regresado a la plataforma citando esta adquisición como el factor decisivo.
Este boom contrasta drásticamente con el estancamiento de las producciones “woke” que han definido la estrategia de Netflix en los últimos años. Recuerden “Bridgerton”, alabada por su diversidad racial en la Inglaterra regencia, pero cuya tercera temporada vio una caída del 20% en audiencia comparada con la anterior, según métricas de Nielsen. O “He’s Expecting”, una comedia que imagina a un hombre embarazado y que, pese a los aplausos de la crítica por su “visión inclusiva”, apenas superó las 500.000 visualizaciones en su estreno. Elon Musk, en un tuit viral de 2022, ya advertía que el “virus woke” hacía a Netflix “imposible de ver”, y los números le dan la razón. La plataforma perdió 200.000 suscriptores en el primer trimestre de ese año, y aunque se recuperó parcialmente con documentales de true crime como “Dahmer – Monster”, el descontento persiste. Usuarios en foros como Reddit se quejan de que “cada serie incluye comentarios izquierdistas o tramas LGBTQ+ forzadas”, priorizando la virtud sobre la narrativa coherente.
Expertos en la industria atribuyen este récord a un cambio sutil en la dirección de Netflix. Tras cancelar proyectos como la serie animada “Ridley Jones” –criticada por un episodio sobre un bisonte no binario– y el fallido “Pearl” de Meghan Markle, la compañía ha apostado por licenciar contenidos independientes que apelan a valores universales: familia, fe y lucha contra la injusticia. “Sound of Freedom” encaja perfectamente en este molde. Caviezel, en entrevistas recientes, ha defendido la película contra acusaciones de conspiracionismo QAnon, insistiendo en que se basa en hechos reales y no en teorías marginales. “Es una historia de redención, no de política”, declaró el actor en una aparición en el podcast de Joe Rogan. Gibson, ausente de los reflectores desde sus controversias pasadas, reaparece aquí como un visionario que sabe capturar el pulso de la audiencia conservadora.
El impacto económico es innegable. Estos 500 millones representan un 15% del crecimiento trimestral total de Netflix, que alcanzó los 9.500 millones en ingresos globales. Analistas de Wall Street, como aquellos de Variety, predicen que si la tendencia continúa, la plataforma podría recuperar el terreno perdido ante competidores como Disney+ y Amazon Prime. Pero más allá de las cifras, “Sound of Freedom” ha encendido un debate cultural. ¿Es este el fin de la era woke en Hollywood? ¿O solo un respiro temporal? Mientras críticos como los de The New York Times continúan diseccionando shows con audiencias mínimas, el público habla con claridad: prefiere héroes como Ballard, que arriesgan todo por los vulnerables, sobre lecciones morales prefabricadas.
En última instancia, este récord valida una verdad incómoda para la élite cultural: el entretenimiento debe entretener primero. Con Caviezel y Gibson al frente, Netflix no solo ha roto barreras financieras, sino que ha recordado a todos por qué las historias de coraje perduran. A medida que el año cierra, queda por ver si esta fórmula se replica o si los aplausos de la crítica ahogarán nuevamente la voz del espectador. Por ahora, el mensaje es claro: la libertad suena, y Netflix está escuchando.