En una conferencia de prensa que prometía chispas, Tyson Fury desató una tormenta verbal que dejó a Anthony Joshua tambaleándose sin necesidad de subir al ring. El ambiente en el lugar estaba cargado de tensión, con los fanáticos del boxeo expectantes por un posible enfrentamiento entre los dos titanes británicos del peso pesado. Lo que nadie anticipó fue la forma en que Fury, con su característica mezcla de carisma y provocación, dominaría la escena, lanzando palabras que resonaron como golpes de martillo.

Fury, conocido por su lengua afilada tanto como por sus puños, no perdió tiempo en tomar el control del micrófono. Con una sonrisa burlona, se dirigió a Joshua con un tono que combinaba desdén y confianza absoluta. “¡Se acabó, amigo! No estás listo para esto, nunca lo estuviste”, exclamó Fury, mientras la multitud rugía. Sus palabras no solo buscaban desestabilizar a Joshua, sino también encender la imaginación de los fanáticos que han esperado años por este choque. Cada frase parecía cuidadosamente diseñada para perforar la armadura de Joshua, quien, a pesar de su imponente presencia, parecía luchar por encontrar una respuesta a la altura.

Joshua, por su parte, intentó mantener la compostura, pero las pullas de Fury eran implacables. “Hablas de ser un campeón, pero ¿dónde está tu fuego? Yo soy el rey, y tú solo estás pidiendo migajas”, continuó Fury, mientras gesticulaba con teatralidad. La referencia a las derrotas recientes de Joshua, especialmente ante Daniel Dubois y Oleksandr Usyk, fue un golpe bajo que resonó en la sala. Los murmullos del público se intensificaron, y los flashes de las cámaras capturaron el rostro de Joshua, que oscilaba entre la frustración y la determinación.
A pesar del dominio verbal de Fury, Joshua logró soltar algunas réplicas. “Hablas mucho, Tyson, pero en el ring veremos quién es el verdadero hombre”, dijo, intentando recuperar terreno. Sin embargo, su respuesta carecía de la misma ferocidad. Fury, percibiendo la oportunidad, redobló su ataque: “Tú no me preocupas, Joshua. Te noquearé antes de que puedas siquiera lanzar ese jab que tanto te gusta”. La confianza de Fury, respaldada por su historial de victorias y su capacidad para salir de situaciones difíciles, como sus combates contra Deontay Wilder, hacía que sus palabras sonaran creíbles.
La conferencia terminó con una ovación para Fury, quien se despidió con una reverencia exagerada, dejando a Joshua visiblemente afectado. Este intercambio no solo avivó la rivalidad, sino que también aumentó las apuestas para un posible combate en 2025. Si las palabras de Fury son un indicio de lo que vendrá, los fanáticos pueden esperar un espectáculo inolvidable. Por ahora, Fury ha ganado esta batalla verbal, pero la verdadera prueba será cuando ambos suban al ring. ¿Podrá Joshua responder con puños lo que no logró con palabras? Solo el tiempo lo dirá.